La noción de persona parece estar en crisis porque se han perdido los puntos de referencia que daban sentido a la palabra. Tradicionalmente todo individuo de la especie humana era considerado persona humana, portadora de una dignidad inviolable, que la convertía en sujeto de derechos jurídicos inviolables. Pero en la actualidad la frontera sobre qué es y no es persona parece haberse difuminado, suscitando inquietantes interrogantes: ¿Todo individuo de la especie humana es persona? ¿Qué individuos son o no son personas? ¿Quiénes determinan qué seres pueden ser reconocidos como personas? ¿Con qué criterios cabe identificar a la persona? Para algunos preguntarse por la persona es la tarea intelectual más importante que puede plantearse (K. Ward).